La universidad Carnegie Mellon ubicada en la ciudad de Pittsburgh Pensilvania, es mejor conocida como la “universidad de las serpientes robóticas”. Todo empezó con la creación de robots tipo serpiente capaces de explorar estructuras, desplazarse para ejecutar labores de búsqueda y rescate. Gracias a estos desarrollos, han surgido nuevos proyectos de investigación en el área de robótica.
Con el paso del tiempo, el robot serpiente se ha vuelto modular es decir: Un robot que tiene sus partes por separado y con los cuales puede optimizar su tiempo de construcción, modificaciones en hardware, transportable y a la vez desarmable. Esto le ha permitido a los ingenieros de diseño y desarrollo combinar sistemas y reemplazar dispositivos que han funcionado mal.
Los estudiantes de la CMU pertenecientes al grupo de investigación en robótica, se inspiran en la capacidad que tiene su hardware para reinventarse de diversas formas. Esto ayuda a que surjan nuevos diseños, módulos con el fin de presentar un elemento innovador en su diseño de control robótico.
Julian Whitman estudiante de doctorado del CMU, ha incorporado un brazo robótico en una estructura tipo bolso. El objetivo de este sistema es ayudar a los usuarios a completar trabajos que son complejos de realizar con solo dos manos.
Las aplicaciones de este sistema puede ser: ensamblaje automotriz o alguna otra aplicación industrial que requiera la operación múltiple de las manos es decir: “ejecutar diversas tareas”. Esto ayuda a reducir el número de personas que puedan ejecutar operaciones en la industria.
Por lo pronto, la aplicación está siendo dirigida desde un control de videojuegos. Whitman explicó que la manipulación tiene un enfoque al estilo del Dr Octopus (spiderman). Explica Whitman que también ha empleado comandos de voz y que en algunas ocasiones se hace muy difícil su manipulación y el objetivo es avanzar con técnicas de control más eficientes y robustas.
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